27/3/11

En un día gris

Cuando todo iba mal y tenía ganas de tirarlo todo por la borda, llegaste tú con tu imborrable sonrisa y tus ojos que hablan por sí mismos, que transmiten vida sólo con una mirada.
Días así se repiten cada poco tiempo, cuando mejor estás o menos lo esperas, sucede algo que te hace estar mal. Pero no siempre aparece alguien para animarte, ni siempre la gente se da cuenta de que no estás en tu mejor día. De hecho, casi nunca sucede. A veces ni siquiera hace falta que lo noten, porque sin quererlo te hacen sentir especial y te sacan una sonrisa.
Aunque sólo sea haciéndote ver que la vida es mucho mejor de lo que tú imaginas en ese momento. La positividad está ahí, justo al lado de la felicidad y el optimismo. A tu alcance.
Pero qué difícil es recordarlo cuando estás en uno de esos días de color gris.

1 comentario:

  1. Creo que si midiesemos la cantidad de días grises que tienen la gente... lo más probable es que yo estuviese por encima de la media, pero.. ¿y qué verdad? Cuando tenemos un día gris pue slo tenemos y punto, dejamos que los demás intenten teñirnoslo de algún color más llamativo y mira... a veces lo consiguen.
    En la vida tiene que haber de todo, de todos los colores =)

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